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jueves, 22 de febrero de 2018

QUISTE DEL CONDUCTO TIROGLOSO

A  Amparo le solicitamos una ecografia de cuello, la cual nos llegó a las 3 semanas, con el diagnóstico de quiste del conducto tirogloso (QCT)


¿Qué es un quiste tirogloso?

Un quiste tirogloso es un nudo o masa cervical que se desarrolla a partir de células y tejidos remanentes luego de la formación de la glándula tiroidea durante el desarrollo embrionario. Se diagnostica más frecuentemente en niños en edad preescolar o a mediados de la adolescencia y suele aparecer luego de una infección de las vías respiratorias superiores, cuando se inflama y duele.


¿Cuáles son las causas de un quiste tirogloso?

Un quiste tirogloso es un defecto congénito (presente al nacer). Cuando la glándula tiroidea se forma durante el desarrollo embrionario, comienza en la base de la lengua y baja por el cuello a través de un conducto llamado conducto tirogloso. Este conducto normalmente desaparece una vez que la tiroides alcanza su posición final en el cuello. Sin embargo, a veces algunas porciones del conducto permanecen y forman cavidades o sacos llamados quistes, los cuales pueden llenarse de líquido o moco e inflamarse si se infectan. 


¿Cuáles son los síntomas de un quiste tirogloso?

A continuación se enumeran los síntomas más comunes de un quiste tirogloso. Sin embargo, cada paciente puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:

  • masa redonda, pequeña y blanda en el centro de la parte anterior del cuello
  • sensibilidad, enrojecimiento e hinchazón de la masa si está infectada
  • abertura pequeña en la piel cerca de la masa, con supuración de mucosidad del quiste
  • dificultad para tragar o respirar

La evolución natural de los QCT es hacia la producción de episodios inflamatorios repetidos y fistulización externa. El contenido del quiste cuando se fistuliza es mucoso, filante, con aspecto de clara de huevo. 



¿Cómo se diagnostica un quiste tirogloso?

El diagnóstico es fundamentalmente clínico, pudiendo ser de utilidad la práctica de una ecografía. La masa normalmente se desplaza hacia arriba al extender la lengua y al tragar, puesto que el conducto tirogloso suele conectarse en la base de la lengua.

Se recomienda la realización de gammagrafía tiroidea, no para el diagnóstico positivo de QCT, sino para demostrar la existencia de una glándula tiroidea normal y descartar las raras ectopias tiroideas, cuya extirpación inadvertida originaría un hipotiroidismo permanente.



El diagnóstico diferencial debe realizarse fundamentalmente con los quistes dermoides, adenopatías y quistes tiroideos y más raramente con linfangiomas, hemangiomas y quistes salivares. Las formas de localización lateralizada deben diferenciarse de las anomalías branquiales



Tratamiento para un quiste tirogloso

El tratamiento de un quiste tirogloso consiste en la resección quirúrgica , a menudo requiriéndose la resección media del hueso hioides. Aunque son quistes por lo general benignos, el quiste tiende a ser resecado si el paciente exhibe dificultades para respirar o tragar,  o bien por razones estéticas, si la protrusión es notable en el cuello.


El manejo quirúrgico requiere la excisión del quiste, así como sus conductos y ramificaciones, de existir. El extirpar la porción central del hueso hioides se indica para asegurar que todos los conductos sean removidos de su paso. 


La complicación más frecuente en el tratamiento de los QCT la constituye la recidiva del mismo, con porcentajes variables en las diferentes series.  Estas recidivas han sido atribuidas a la existencia de episodios inflamatorios previos a la intervención, insuficiente resección del hueso hioides, existencia de tractos epiteliales microscópicos, al empleo de material de sutura no reabsorbible  y al error diagnóstico que acarrea una técnica quirúrgica inadecuada



En el caso de Amparo, está a la espera de intervención quirúrgica, habiendo presentado un episodio de inflamación con sobreinfección, que le ha durado varias semanas








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