Marisa tiene una fistula preauricular congénita.
Para describirla de forma sencilla vamos a recurrir al blog de Otorrinolaringologia infantil de la Dra. Paz Martínez Beneyto
Que es la Fistula preauricular
Consiste en un hallazgo que se sitúa a modo de orificio por delante de la oreja, y que suele continuarse mediante un conducto en el interior de los tejidos de la cara. Sus dimensiones son variables, en ocasiones se trata tan solo del orificio y en otras se comunica con un conducto tortuoso que puede ramificarse y constituir dilataciones o quistes que pueden encontrarse en el interior de la glándula parótida.
Las personas que padecen la fístula preauricular, la presentan desde el nacimiento, aunque ocurre que en muchas ocasiones el orificio pasa inadvertido, y sólo se hace evidente cuando la parte más interna (los conductos o quistes) se infectan, dando lugar a una tumefacción preauricular. Ésta puede ser dolorosa y puede supurar. En ocasiones, el cuadro es recidivante, es decir, el paciente presenta con frecuencia sobreinfecciones de la fístula.
La causa
La causa
Entre la 4ª y 8ª semana del embrión, se forma el pabellón auditivo a partir de 6 pequeños montículos que poco a poco se van fusionando. En ocasiones se queda un pequeño remanente de ectodermo entre dichos montículos, lo cual deriva en la persistencia de tejido ectodérmico en el interior a modo de conducto o quiste. El contenido del quiste es tejido epitelial y contiene glándulas sebáceas, sudoríparas folículos pilosos, tejido inflamatorio, y por tanto puede secretar una sustancia caseosa. Es típico que la persona que lo presenta note que por el orificio supura un material blanquecino.
En ocasiones se asocian a otras malformaciones del pabellón, como atresia de conducto, lóbulo bífido u otras fístulas.
Los síntomas
Se identifica por la presencia de un orificio de entrada por delante de la raiz del hélix, por el que puede salir una sustancia blanco-amarillenta. Además, puede haber una tumefacción por delante de la oreja, más o menos elástica que en ocasiones puede aumentar de tamaño y hacerse dolorosa por la sobreinfección. En ocasiones se abscesifica y ulcera
El tratamiento
Cuando la fístula está sobreinfectada, el tratamiento consiste en antibióticos y antiinflamatorios. Tras superar la fase activa, conviene extirparlos quirúrgicamente, ya que la infección suele recurrir. La intervención no es estrictamente necesaria, sino que se realiza para evitar las infecciones repetidas. Cuando una fístula es poco o nada sintomática, puede simplemente mantenerse una actitud expectante. La cirugía se realiza con anestesia general y consiste en la identificación del conducto, disección y extracción del mismo. En ocasiones la fístula "recidiva”, es decir, tras la resección persiste el trayecto fístuloso y puede dar lugar de nuevo a los síntomas iniciales. Para ello se han descrito técnicas quirúrgicas algo más amplias
En el caso de Marisa, a las pocas semanas de la consulta, la fistula se sobreinfectó, por lo que indicamos tratamiento antibiotico y derivamos a Otorrino, quien a su vez la derivó a Cirugia plástica, donde está pendiente de intervención quirúrgica reglada, una vez superada la fase de infección.
Esta mañana en consulta, su madre nos ha comentado, que el padre, abuelo y tio paterno de Marisa se han fijado y tienen un hoyuelo en el mismo sitio....Herencia familiar.....
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