Es martes, estamos en consulta y a última hora, acude la madre de Miguel, un joven de 24 años de edad sin antecedentes personales de interés. Nos aporta un informe de urgencias del hospital, donde habían tenido que acudir esa mañana al presentar su hijo un dolor insoportable en el ojo derecho.
El dolor comenzó sobre las 9 de la mañana, alrededor de ojo derecho, y fue creciendo en intensidad en pocos minutos hasta hacerse insufrible, con gran nerviosismo y agitación. En el hospital le administran analgésicos intravenosos y tras un par de horas el dolor fue cediendo, dándole de alta con diagnostico de migraña, recomendando aines precoces si vuelve a presentar otro episodio. El día anterior, también por la mañana, tuvo un amago de un dolor parecido, de menor intensidad, pero cedió a la media hora tras tomar un ibuprofeno de 600 mgrs
Miguel se ha quedado en casa, estudiando, y en este momento se encuentra bien. La madre refiere que hace un año tuvo un episodio parecido, aunque de menor intensidad, que le duró 7 días.
Lo citamos al día siguiente para exploración y anamnesis dirigida, y estando en la sala de espera, nos avisa que de nuevo le está comenzando el dolor, en región orbitaria y ocular derecha, y comienza a agitarse dada la alta intensidad que alcanza en pocos minutos.
Nos desplazamos con él a la sala de urgencias, intentamos explorarlo, y comenzamos a aplicarle tratamiento
¿Qué piensas que le ocurre a Miguel? ¿Te atreves a formular un diagnóstico? ¿que esperas encontrar en la exploración física? ¿Con que tratarías el episodio de dolor tan intenso que presenta? ¿que plan de estudio y tratamiento establecerías, una vez remitida la crisis actual?
En el caso de Miguel yo pensaría en una cefalea en racimos ya que se localiza a nivel periocular derecho con inyección conjuntival y lagrimeo, como vemos en la foto. Típicamente se producen “ataques”, llamados racimos, de cefalea muy intensa de minutos de duración que llevan a la persona a una situación de inquietud y agitación. Estos racimos suelen estar separados por períodos de remisión, como le ha ocurrido a nuestro paciente.
ResponderEliminarEl paciente nos podrá referir, como vemos en la foto, inyección conjuntival, congestión nasal y/o rinorrea, edema palpebral, sudoración y rubefacción frontal y facial, sensación de taponamiento en los oídos, miosis y/o ptosis o inquietud o agitación.
La crisis de dolor intenso la trataría con 6 mg de sumatriptán subcutáneo que se puede combinar con oxigenoterapia a alto flujo (12 litros/minuto durante 15 minutos a través de una mascarilla).
Una vez remitida la crisis probaría a poner un tratamiento profiláctico con Verapamilo 80 mg/8 horas (previamente realizaría ECG y lo repetiría 10 días después de haber iniciado el tratamiento para detectar posibles BAV por la asociación que tienen estos con el Verapamilo). Hasta que vaya haciendo efecto se le puede asociar prednisona de 60-80 mg/día durante 5-10 días con retirada progresiva. Una vez pautada la medicación remitiría a nuestro paciente a neurología para seguimiento.
Muy buen comentario, totalmente de suero con claudia....creo que esta todo recogido sobre lo que hay que hacer sobre este tipo de cefaleas...problem ente ya en neurología se le realizará RNM cráneo para descartar procesos asociados.
ResponderEliminar